
La
escuela como institución social tiene un rol asignado desde el siglo XVIII:
formar al hombre que la sociedad necesita, sin embargo el hombre necesario ha
ido cambiando y con esto el papel de la escuela, no obstante es una de las
instituciones sociales más cuestionadas, involucra a toda la sociedad y ha de
satisfacer las necesidades de todos, muchos se ocupan de juzgarla.
El 2020 ha marcado
una pauta en los ya repetidos cuestionamientos sobre la utilidad de la Escuela;
a raíz de la pandemia del covid -19, los estados han tenido que decretar como
una medida el aislamiento social y por ello el cierre de lugares públicos, las
Escuelas fueron cerradas y las alternativas puestas sobre la mesa: educación no
presencial, virtual o como sea posible; lo que estaba definido era que los
niños aprender de manera diferente, no más clases presenciales.
La supuesta
satisfacción ante una nueva alternativa no se manifestó, los niños han sufrido
por no ir a clase y los padres por tener que asumir roles que no les
corresponden.
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La Revolución Industrial como fenómeno social demandó obreros
capaces de operar la industria, hoy la Revolución Tecnológico requiere hombres
que funcionen desde el uso de la tecnología. Ante cada una de estas demandas la
pregunta es ¿ha podido la Escuela cambiar al ritmo de las demandas que recibe?
Muchos opinan que no, que es una Institución obsoleta, que ya no es necesaria,
que el niño puede aprender solo, que los tutoriales pueden sustituirla, que los
autos, los teléfonos, las construcciones han cambiado pero la Escuela sigue
siendo la misma y otras muchas opiniones.
Razones por las que a la Escuela le espera una larga vida:
1. El hombre es un ser social, necesita aprender de los otros, interrelacionarse, el "otro" no necesariamente es el adulto.
2. La sociedad establece roles y a pesar de que la familia
educa, no es quien tiene la responsabilidad de enseñar los contenidos de los
currículos escolares que requieren una metodología para hacerlo.
3. La Escuela es una fuente de vivencias emocionales, de
aprendizajes para convivir y para relacionarse con la diversidad.
4. La vida escolar es una fuente
inagotable de aprendizajes cotidianos, aprender a convivir no se consigue
solo en la familia, esta no sustituye la riqueza de la experiencia social
de la convivencia con los coetáneos.
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