15 junio, 2020

LA EVALUACIÓN: EL COMPONENTE MÁS CONTROVERSIAL DEL PROCESO DOCENTE

Introducción:

Evaluar es desde el punto de vista lingüístico  sinónimo de valorar, ajustar, apreciar, calcular; sin embargo en su realización durante el proceso de enseñanza y aprendizaje se presentan para cualquier profesor un grupo de controversias académicas, pedagógicas, psicológicas y sobre todo éticas, que le dificultan  el  ajustar, apreciar  y en muchas ocasiones se hiperboliza el valorar y calcular.

Si asumimos que sistematización como método de trabajo del maestro supone pensar en lo que se hace y hacer lo que se piensa, quisiéramos compartir algunas ideas, que devenidas del  quehacer pedagógico nos han inquietado durante más de 20 años y que, aun cuando la búsqueda es permanente, no encuentran verdadera respuestas en los estudios teóricos sobre el tema, así que al no poder hacer lo que se piensa quisiéramos  pensar en lo que hacemos. Y si es posible hacer pensar a los docentes.

La justicia, la verdad, la equidad, la sinceridad y el humanismo son algunas de las banderas enarboladas en nuestra práctica pedagógica cotidiana; sin embargo en el proceso de la evaluación entran en juego y, justificaciones aparte, resultan cuestionables en muchas de las prácticas sistemáticas durante nuestro diario ajetreo de otorgar notas y calificar como una tarea de las tantas por las que nos remuneran o entre las que nos ocupan.

Entre el displacer y el placer se mueven la variedad de actitudes de los docentes que ejercen el poder bajo la égida de calificar como deber y obligación de su desempeño.


 Desarrollo

Entre los componentes del Proceso Docente Educativo (PDE), es la evaluación sin lugar a dudas uno de los menos favorecidos por las investigaciones didácticas, es uno de los menos gratos y es el que más poder otorga y el que más displacer provoca a quienes son objeto de él: los conocimientos, habilidades y actitudes de los sujetos que participan.

Este proceso controvertido por su propia naturaleza genera tensiones de todo tipo y merece atenciones aparte.

¿Cuáles son las controversias fundamentales del proceso de la evaluación en el PDE? A nuestro modo de ver estas se dan en torno a:

  • La Justicia
  • La Verdad
  • La Objetividad

Ser justo es dar a cada cual lo que le corresponde, y cuando de puntos se trata, cabe preguntarnos ¿los damos por el esfuerzo o por el resultado?, ¿por la actitud  o por los conocimientos? En qué lugar quedan la equidad y la objetividad.

La verdad es el respeto a lo cierto, la defensa de lo real y ¿cuándo nuestras apreciaciones se matizan de las simpatías o el buen gusto o el verbo fácil o  por la sensibilidad del necesitado,  del enfermo, del sacrificado, del bueno?, entonces no somos fieles a la verdad y dónde quedan esos atributos. O ¿cómo se sancionan a los oportunistas, a los falsos, a los que mienten?

El Dr. Mario Hernández Nodarse, ofrece valiosas recomendaciones para disminuir, evitar o controlar la subjetividad, es decir para ser objetivos en el proceso de la evaluación, pero el contacto persona-persona no puede despersonalizarse, no puede  o al menos no hemos encontrado la fórmula para no dejarnos influir por un trabajo limpio, una letra clara, una ortografía impecable una caligrafía  perfecta…pero es que sucede que no todos evaluamos  la Lengua Española

Otro elemento en el que se insiste es la cuestión de los enfoques, “los enfoques determinan, matizan”, es cierto pero si no tenemos un enfoque no somos, pero qué tiene que ver el estudiante con las concepciones que sobre él tienen los maestros, es que sucede que los estudiantes no eligen a los maestros por los resultados de sus evaluaciones.

A modo de conclusiones

La evaluación, es uno de los componentes del PDE que reta al maestro, que lo involucra y lo halaga en la misma magnitud que lo deshace. “Todos aprueban”, “muchos suspenden”, “no entienden nada”, que buen docente es si todos los estudiantes salen muy bien en los exámenes, que insuficiente cuando todos o muchos salen mal.

Aunque muchos dicen “que el problema es de los alumnos, en el PDE solo existe el nosotros y cuando el maestro evalúa, califica, aunque no es su  propósito explicito,  al nosotros.

La verdad, la justicia y la objetividad son algunas de las banderas que nos permitirán cruzar con éxito la controversia que se materializa, toda vez que como maestro tenemos que evaluar, que calificar, que valorar, que ajustar, que apreciar, que juzgar….con independencia de qué hacemos? Lo que siempre debiéramos es  EDUCAR.

 

Muchas gracias…

Intervención en la Conferencia Científica Metodológica. Departamento de Ciencias Aplicadas. EIEFD.

Violeta Rodríguez P.

La Habana, julio, 2007

 

Nota: Les invito a profundizar en el tema Evaluación del Aprendizaje a través del trabajo del DrC. Mario Hernández

Universidad Estatal Península de Santa Elena

https://scholar.google.com/citations?user=oN9YCHoAAAAJ&hl=es

 

 

 


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